Ser un contador independiente implica enfrentar una serie de responsabilidades, decisiones y desafíos que se relacionan entre sí y que demandan habilidades de gestión y equilibrio. En mi experiencia como contadora independiente, he aprendido que la capacidad de “decir no” es una herramienta muy valiosa. “Decir no”, no es solo rechazar oportunidades que nos distraen, sino también evitar compromisos que pueden beneficiar a otros, pero que nos perjudican a nosotros. Al decir no a estas obligaciones, estamos expresando: “Mi tiempo y energía son importantes, y solo los dedicaré a lo que realmente me interesa”. Es una forma de establecer límites para cuidarnos y crear una carrera profesional que nos satisfaga.
Decir “no” es una decisión de claridad, donde elijo proyectos que se ajustan a mi experiencia, pero también a mis valores y objetivos a largo plazo. Después de muchos años de lamentaciones, del tipo “¿por qué acepté?” o “¿por qué no dije que no?”, esta habilidad se ha vuelto la base de mi trabajo, permitiéndome concentrarme en proyectos relevantes y construir relaciones sólidas con clientes, colegas y colaboradores que comparten mí misma visión.
Saber “decir no” implica reconocer que mi tiempo y energía son recursos limitados y preciados. Al poner límites, no solo cuido mi salud emocional, sino que también aseguro que cada proyecto que tomo se realice con la dedicación y calidad que se merece. “Decir no” es una habilidad social muy importante que me permite establecer límites, respetar mis necesidades y defender mis intereses. “Decir no” también me ayuda a evitar el estrés, la frustración y la culpa que pueden surgir cuando acepto hacer algo que realmente no quiero o no puedo hacer.
Realmente me interesa que tú que me sigues adquieras esta paz mental de saber “decir no”, por eso, a continuación, algunos consejos que seguro te van a ayudar, como a mí me ayudaron:
– No te sientas mal por decir no. Eres el dueño de tu tiempo, tu energía y tus recursos. No tienes que hacer todo lo que te piden, ni dar explicaciones. Piensa que al decir no a lo que no te sirve, te estás diciendo sí a ti mismo.
– Piensa bien lo que quieres. Antes de responder, reflexiona si lo que te piden va con tus metas, tus principios y tu bienestar. Si no va, no lo aceptes. No permitas que la presión, la obligación o el miedo te hagan ir en contra de lo que deseas.
– Sé honesto y directo. Cuando digas no, hazlo con firmeza y respeto, sin dar vueltas ni excusas. Dile no con una voz tranquila y segura, sin mostrar duda o culpa. No le des esperanzas falsas ni le dejes la puerta abierta a más peticiones.
– Busca una alternativa o una solución. Si quieres seguir bien con la persona que te pide algo, puedes ofrecerle otra opción que te sea más fácil o conveniente. Por ejemplo, puedes sugerirle otro plazo, otro precio, otra forma de pago, etc. También puedes recomendarle que busque a otra persona que pueda ayudarle.
En el Club de Coaching para Contadores, vamos a practicar esta habilidad del equilibrio, compartiendo las experiencias que hemos tenido al elegir qué proyectos tomar y cuáles dejar ir. Hasta que nos demos cuenta de que cada “no” que decimos es una oportunidad de crear un futuro más acorde con nuestros sueños y valores, un paso consciente hacia una vida de equilibrio y plenitud. ¡Te veo en el Club! Inscríbete aquí.
